Cuando es vocación, uno lo vive, lo respira, sueña con ello.
Te ocupa la vida entera. Tu vida es eso.
Raymond Khoury
La VOCACIÓN palabra que viene del latín vocatio, que significa la inclinación o dirección a cualquier estado, carrera o profesión, inspiración divina que atrae a una persona hacia un gusto, interés y/o aptitud.
El concepto del SERVICIO tiene como origen el término latino servitĭum, esta palabra define la actividad y consecuencia de servir, es un verbo que se emplea para dar nombre a la condición de alguien que está a disposición de otro para hacer lo que éste exige, necesita u ordena.
El camino de nuestra vida con todas sus circunstancias sean internas o externas, nos ponen en cada acción efectuada una prueba, y esta se renueva constantemente cuando retamos a nuestra vocación.
Librar la prueba y/o reto nos exige conocer y efectuar un constante balance entre diferentes factores de nuestra vida como son las habilidades innatas o adquiridas, entre la tradición familiar y lo que queremos, usar habilidades y conocimientos antiguos y/o modernos, pero sobre todo promover y actuar nuestro libre albedrío, para que cada quien analice y actué de acuerdo a su propia conciencia.
La vocación de servicio es un proceso que se desarrolla toda la vida y se construye y reconstruye de forma permanente, cada día, en el aquí y en el ahora, no existe él hubiera, es decir el pasado y el futuro es tan incierto como pensar que mañana se terminará la vida en esta Tierra.
Las reacciones a nuestras acciones, implica el descubrir quién y como SOY y hacia donde quiero IR.
Las respuestas a estas interrogantes marcarán la vocación y el camino a seguir por cada uno de nosotros.
A nivel general, la vocación aparece relacionada con los anhelos y con aquello que resulta inspirador para cada uno de nosotros. Se supone que la vocación debe concordar con los gustos, los intereses y las aptitudes de la persona, también es considerada como un proceso que se desarrolla toda la vida, ya que se construye de forma permanente.
Sin embargo, el proceso de descubrimiento de la propia vocación es muy complejo y no es igual para todos. Hay quienes creen haber sabido desde siempre que sienten un fuerte lazo con una determinada disciplina, y éstos contrastan con las personas que llegan a la mitad de sus vidas y se preguntan qué han hecho y por qué y sobre todo que van a hacer.
El Servicio es ayudar en forma espontánea, con una actitud permanente de colaboración hacia los demás, sea nuestra familia, comunidad, país, etcétera, son acciones trasladas a todos los ámbitos de nuestra vida, trabajo, diversiones, estudios, interactuación con personas u organizaciones, es realizar desde cosas insignificantes o grandiosas (siempre desde nuestra perspectiva), acciones que son para un bien común, buscando el mayor beneficio para el mayor número de personas.
El servicio es una pasión que en algún momento de nuestra vida todos hemos sentido, en unos cuantos esa pasión se convierte en misión de vida y marca el rumbo de nuestro camino, ya que al actuar se encuentran satisfacciones y felicidad, se valora el interés en vivir, porque las acciones están relacionadas con la conciencia y sueños de una mejor calidad de vida para todo su alrededor.
Existen personas comprometidas con ese privilegio de trabajar con amor y honestidad, por el mero gusto de servir, no para ser reconocidos y laureados, simplemente lo hacen porque lo sienten de corazón, a eso comúnmente se le llama “bondad”, para ello se requiere mucho compromiso, constancia, perseverancia y por sobre todo mucho amor al prójimo.
Las raíces de cada uno de nosotros son las que determinan nuestra vocación de servicio, ya que al final de cuentas gran parte de nuestras acciones son patrones aprendidos y cuando hemos trabajado muy fuerte y profundamente en nuestra conciencia, logramos alterar de cierta forma y algunos de estas tendencias. Si nuestros padres y educadores nos mostraron su cara de bondad, compasión y solidaridad, será más fácil para nosotros ser de esa forma, de otra manera solo adquiriendo una conciencia social y de grupo, podremos adaptar nuestras acciones al servicio.
Es probable que otra respuesta resida en cuánto hayamos profundizado cada uno de nosotros en nuestro pasado, en las razones de cada aspecto de nuestra personalidad, para así poder saber las necesidades, no solo las materiales, sino las espirituales, es decir aquello que nos hace feliz, así como para poder defendernos de lo que amenace con derrumbar todo lo que hayamos construido.
La vocación de servicio debería ser aquello que nos llena, que da a cada célula de nuestro cuerpo una sensación insuperable, una actividad que mientras la realizamos nos haga sentir que no necesitamos de nada más, solo sirviendo al Universo y siendo útil a los demás.
Contrastando esto con el ritmo de vida que llevamos en la actualidad y con la creciente tendencia de la sociedad de tapar los problemas con ruido y con dinero, se entiende que muy pocos hayan escuchado el llamado y que aún menos personas le hayan hecho caso.
Y esto último nos lleva a comprender que la vocación de servicio requiere de mucho trabajo para que no se convierta en un desperdicio de energía; saber que el sendero elegido es la razón de nuestra vida, es el principio y sólo tendrá coherencia si dedicamos cada día a concientizar y materializar nuestro sentido de servicio, sea cual fuera éste, adquiriendo día con día las herramientas suficientes para hacer de nuestra persona alguien realmente útil, siendo principalmente estas mucho amor, paciencia, tolerancia y fortaleza de espíritu para seguir cada día adelante.
Arturo Maldonado M.
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