“La paz no significa estar en un lugar donde no hay ruido, problemas o trabajo duro. La paz significa estar en medio de todas esas cosas y a pesar de ello, tienes calma en tu corazón." Marel Morin.
El hecho de que vivimos constantemente momentos “felices” o “infelices”, en la penumbra o en la luz, en el caos o en la tranquilidad; aprender a aceptar esa parte sombría y esa parte lúcida en que nos encontramos es la clave para poder llegar a nuestra paz interior.
Si nos quedamos en esa parte sombría nos volvemos innecesariamente perturbados, y esa sensación trastornará los cambios en nuestro ser, complicará nuestra percepción de las circunstancias en donde nos encontremos.
Al igual sucederá si nos quedamos en esa parte lúcida, en donde todo es brillante, en donde nuestros sentidos están exacerbados por la belleza, por la bondad.
Cuando suceden cosas agradables, aceptarlas, sentirnos agradecidos, cuando no, aceptar eso también y continuar agradecidos, sabiendo que simplemente es un periodo de paz.
Muchos de nosotros dedicamos momentos de nuestra vida para encontrar tranquilidad y equilibrio en nuestro ser, que nos permitan afrontar las circunstancias que día a día se nos presentan. Sin embargo encontrar nuestra paz interior es un proceso que requiere nuestra voluntad de darnos cuenta.
Darnos cuenta implica estar presentes, en el aquí y en el ahora. Poder detenernos un momento y percibir nuestro entorno, en dónde estamos parados, observar los objetos, personas, situaciones que nos rodean. Poder observar nuestra respiración, sentir el aire que roza nuestra piel, poder percibir la temperatura del ambiente, abriendo nuestros campos sensoriales, percibiendo los sonidos, los aromas, el sabor de nuestra boca.
Estar en paz internamente es poder llegar al bienestar emocional y espiritual, esa tranquilidad profunda que nos llega cuando somos capaces de desconectarnos de los pensamientos inquietantes, inútiles o amenazantes, y alcanzar a comprender la realidad de “lo que es”.
Aquí te invito a que experimentes la paz interior por medio de una meditación muy sencilla que podrás aprender rápidamente y practicarla, si así te decides, todos los días, durante unos minutos.
Lo único que requieres es poner tu atención en tu pulso cardiaco, ya sea que lo localices en la muñeca de tu mano o en tu cuello.
Ya localizado tu latido del corazón, cierra tus ojos y siente tu pulso. Puedes usar el mantra A-MOR al percibir los latidos de tu corazón para que tu mente esté ocupada y no divague.
Ayudándote así a enfocarte en tu pulso, quédate así unos minutos. Te sugiero mínimo 3 min, pudiendo ir aumentando, si así lo deseas. De esta forma te garantizo encontrarás tú paz interior.
¡FELIZ VIAJE A TU PAZ INTERNA!
Sant Subagh Kaur
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ॐ