“Los sentimientos de culpa son muy repetitivos, se repiten tantas veces en la mente humana que llega un punto en que te aburres de ellos”
Arthur Miller
DEFINICIÓN DE CULPA (RAE):
1. Falta o delito que comete una persona de forma voluntaria.
Ejemplo: "el ladrón se entregó dispuesto a pagar sus culpas"
2. Responsabilidad o causa de un suceso o acción negativa o perjudicial, que se atribuye a una persona o a una cosa.
Ejemplos: “La culpa de que te echaran del instituto es únicamente tuya”
“El mal tiempo tuvo la culpa de que se suspendiera la regata”
3. Echar la culpa
Atribuir a una persona la responsabilidad o la causa de una cosa negativa.
Ejemplo: "Sus compañeros le echaron la culpa del desorden que había en el salón"
4. “Mea culpa”
Expresión latina que significa “por mi culpa” y que se emplea para admitir la responsabilidad de una falta o error.
Ejemplo: "Lo que éticamente debe esperarse de ellos es que entonen el mea culpa y proclamen el propósito de enmienda"
El sentimiento de culpa es una de las emociones más destructivas, y la sociedad en general ha sido educada para sentirse casi siempre culpable.
La mayoría de las personas la experimentamos en mayor o menor grado (mucho depende del grado de conciencia trabajada), tanto si es por algo que hemos hecho como por algo que no hemos sido capaces de hacer.
Le atribuyo el grado de culpa a la necesidad de agradar a los demás, sin importar a veces lo que deseamos nosotros de nosotros mismos.
La culpa no es una emoción o un sentimiento agradable, por eso, cuando alguien nos pide ejecutar algo que no queremos hacer, dudamos antes de negarnos, porque nos da miedo experimentar esa emoción o el que nos señalen el no haber actuado.
La predisposición a sentirnos culpables o cargar culpas ajenas, puede haberse originado en nuestra formación infantil, especialmente si nuestros padres, profesores y educadores religiosos nos hacían sentirnos culpables por cada falta o error, por pequeña que fuera, cometido, ya que los recalcaban para que no fuéramos a cometer la misma falta, grabando en nosotros el sentimiento de culpa y el que actuáramos tratando de agradarles para que no nos señalaran por eso.
Es evidente que como seres humanos dinámicos, cuando ejercemos alguna acción, podemos “cometer errores”, como todo el mundo. El recordar acciones que desearíamos no haber ejecutado o palabras que preferiríamos no haber pronunciado es común, recordar los “errores” cometidos del pasado es útil sólo cuando aprendemos de ellos o cuando tenemos un marco de referencia para saber si realmente fue un error.
La sociedad, invariablemente nos hace mirar para atrás, solo para aumentar el sentimiento de culpa, lo que supone un gran derroche de energía. Sería mucho mejor darle la vuelta a esa energía y emplearla para algún propósito más positivo. La culpa es como toda emoción y sentimiento, energía emotiva, como he mencionado anteriormente, en esta vida no hay malas decisiones, solo decisiones y acciones, ejecutadas desde nuestro ser de luz con la mejor intención de tener un beneficio para nosotros y o los demás, sea tangible o no. Cada vez que decidimos, siempre lo hacemos desde la plataforma de nuestra conciencia, con nuestras acciones ejecutadas no tratamos de dañar a algo o alguien y cuando tenemos los resultados deseados, lo festejamos, cuando no es así, por la educación recibida nos sentimos culpables y asumimos en no éxito de nuestras acciones como un fracaso. Y el miedo a que nos señalen como fracasados es lo que nos genera esa gran carga negativo de culpa.
Si hay algo que realizamos que nos hace sentirnos culpables, en vez de intentar confinarlo en algún lugar recóndito del olvido (donde nos dañara más), habrá que enfrentarlo y cuestionarnos lo siguiente:
* ¿Surgen las emociones y o sentimientos de culpa debido a algún accidente o a una acción deliberada ejecutada por nuestra parte?
La intención es muy importante en todas nuestras acciones que generan emociones y sentimientos. No es lo mismo romper accidentalmente un ornamento que lanzarlo deliberadamente contra la pared, aunque el resultado final sea el mismo. La diferencia de enfrentar esto es hacerlo con conciencia y honestidad hacia nosotros y por el momento en que estábamos pasando cuando ejecutamos la acción.
* ¿Ha cambiado nuestra actitud o conducta desde el día en que se produjo esa emoción o sentimiento de culpa?
Si es así, siempre que el cambio sea para mejor, quizá tengamos que agradecer porque esa situación nos ha ayudado a ser más conscientes y más fuertes emocionalmente.
* ¿La emoción o sentimiento de culpa se debe a las palabras o cuestionamientos de otra persona?
Algunas personas se sienten muy bien atribuyendo la culpa de todo a los demás, evadiendo responsabilidades. En ese caso, tenemos que reflexionar sobre la situación vivida y asumir nuestras responsabilidades.
¿Hasta dónde es nuestra responsabilidad y hasta qué punto esas palabras se deben a la inseguridad o la no aceptación de su responsabilidad del acusador?
En el caso de que ambas partes inicien desde el mismo punto, podemos cuestionarnos también: ¿Lo que a uno le parece mal, también se lo parece al otro?
Si no es así, ¿Por qué acepta automáticamente que la opinión de la otra persona es la válida y correcta y que la culpa o el error es nuestro? La culpa es como muchas otras cosas en esta vida, muy subjetiva y es una emoción que nos hace ceder nuestro poder a los otros.
No hay nada como ser conscientes, asumir responsabilidades de acciones ejecutadas y tener siempre la intención de actuar desde nuestro ser de Luz y así la culpa dejará de regir nuestra vida para ser más libres de actuar.
[email protected]