(Alcanzando tu propia libertad)
Por Arturo Maldonado M.
“Ni tu peor enemigo puede hacerte tanto daño como tus propios pensamientos”
BUDA
Sin duda alguna, el ser humano siempre está en evolución, los cambios de cada uno de nosotros son producto principalmente de dos situaciones:
1ª. El medio que nos rodea y nuestra interactuación en él.
2ª. Nuestros pensamientos.
El pensar, nos lleva a “despertar”, que junto con nuestro actuar congruente nos da conciencia.
Pensar y estar despierto, puede parecer la misma cosa, pero no lo es así. Es algo que nos distingue y nos hace ser diferentes, nos da evolución, pensar nos da ideas y actuarlas nos despiertas y nos hace ser diferentes, nos da libertad.
Cada pensamiento nuestro, no es 100% original, la interactuación con el medio nos conduce por diversos caminos, donde el razonar y discernir es fundamental para que lleguemos a la libertad de conciencia, que es el objetivo final del pensar y despertar.
El pensar-despertar no nos da súper poderes, ni poseedores de verdades absolutas, ni nos hace ser especiales, pero si nos hacer ser diferentes y únicos, y de ahí tenemos que asumir nuestra responsabilidad de actuar y de ser libres en el uso del conocimiento adquirido con nuestros pensamientos y discernimientos.
Podemos despertar de diversas maneras, pero todas requieren de pasos previos, los cuales conscientes o no, tenemos que dar, es un camino lleno de dudas y obstáculos, pero es el inicio de la aventura de ser LIBRES, en un camino muchas veces pedregoso, donde continuamente caminamos contra corriente, luchando contra nuestros miedos y nuestra propia racionalidad, cambiando de dirección cuando menos lo deseamos, pero siguiendo intuitivamente aquello que nuestros pensamientos, corazón y conciencia nos dictan que es lo conveniente en ese preciso momento de nuestro andar, a pesar inclusive de los “valores” de normalidad con que hemos sido educados desde niños.
Un día, cualquiera, sin saber cómo, nuestro pensamiento nos despierta y nos hace emprender una marcha nueva que es incomprensible para los demás, pero la conciencia nos hace caminar y llegar al final del camino creemos que llegamos a la meta, para darnos cuenta que en realidad estamos iniciado otro, que es más difícil, cuesta arriba y que nuestra libertad nos dice que hay que seguir sin importar lo que tengamos que sortear, a esto yo lo llamo congruencia.
Y seguramente en esos momentos es cuando sentimos en que todo aquello que aprendimos desde pequeños no es del todo verdadero, es cuando nuestra rebeldía innata actúa y nos hace madurar, usado nuestra libertad de pensamiento para discernir, buscando nuestra propia verdad.
La libertad es cuando nos llegan las respuestas, después de tanta búsqueda es el premio a nuestra perseverancia y a nuestras constantes dudas y cuestionamientos, pero son respuestas que a veces nos generan incomodidad, enojos y frustraciones y otras dudas mayores. Pero es solo la primera etapa de esa libertad de pensar, después cuando alcanzamos nuestra verdad y actuamos, nos llega la calma.
La mentira siempre nos duele, verla materializarse y hacerla palpable, nos frustra y enoja, pero esto, cuando estamos afianzados a nuestros pensamientos pasa pronto y si somos buscadores incansables, seguiremos buscando la verdad y veremos con mucha expectativa e ilusión hasta dónde nos llevara.
Esa verdad, es solo NUESTRA VERDAD, única e individual, es aquello que nos sirve para continuar elevando nuestro estado de libertad, crecer en conocimiento, en experiencia y en conciencia.
Porque es la conciencia la que nos despierta, es la voz interior que toma el verdadero protagonismo y da sentido a nuestros pensamientos, que nos serena y se convierte en la brújula que guía a nuestra trinidad sagrada (materia, alma y espíritu) y encamina nuestros pasos hacia nuestra verdadera libertad.
La aventura de pensar, despertar y ser libres, casi siempre tiene un final venturoso y no debemos dejarnos llevar por el desaliento y la impaciencia, todo llega y llega en el momento justo y necesario, para que la parte consciente de nosotros nos guíe en ese primer paso que nos debemos atrever a dar en el camino.
Céntrate, busca en ti, escucha tu corazón, revisa tus pensamientos y responde a tus propias preguntas, ponte alerta a las señales y toma el camino correcto, ese, tu camino, que con tu trabajo constante se adecua a tus necesidades e inquietudes y que te brindara el mejor de los desenlaces, ser único y libre.
Atrévete a pensar, a despertar, a ser libre, pero sobre todo atrévete a caminar.